¡Estallido! - Terror en el Lago

—¡Eso fue todo para ustedes!.
Decía Masaru despues de entrenar un rato algunas de sus técnicas contra unos blancos de prueba; mientras estaba en el lago.

Me decidí a descansar un rato, ya que despues de entrenar me daban algunas puntadas en el pecho y en el abdomen, no sabía exactamente que pasaba, así que recurrí a dormir un rato.

Soñé...

Un desfiladero; risco tras risco se amontonaban en un crater inmenso, como si un meteoro hubiera caido sobre el mundo, y me encontraba yo solo. No encontraba persona alguna, ni animal, ni una planta; no había tampoco agua. Que era vital para mi supervivencia.

Llené una porción del espacio con un Baku-Sui Shouha, y las nubes se cegaron, se tornaron negras y arrancó la tempestad; parecía como que el agua era un elemento destructivo y diabólico, no demoré en gritar del terror; estaba sudando frío, por así decirlo.

Mientras, mi cuerpo real se sumía en un universo negro de desolación y desesperación, mi Resonancia de Alma con el demonio que llebo adentro se estaba debilitando.

El sello se estaba rompiendo.

El desfiladero en el que me encontraba, se tornó oscuro; la neblina densa comenzaba a aparecer como un símbolo de desesperanza y desolación.



Abrumado me dirigí hacia una dirección desconocida: entrando en un espacio dimensional desconocido, no pensaba que algo así hubiera podido pasar siendo sano y consiente del Bijuu en mi interior.

Fuera de mis pesadilla, mi cuerpo comenzaba a levitar en el centro del lago, se sumergía, salía del agua, como descontrolado, la resonancia había comenzado.

Imágenes aterradoras se mostraban en mi cabeza, una tortuga gigante de tres colas era la imagen que percivía, dentro de mi cuerpo todo era un colapso mental.



Me encontré en un sitio oscuro, lleno de agua turbia, de color verde aceitoso, frente a mi, un sello. Una voz extraña y macabra llamándome... una reja me bloqueaba de este demonio.

Me desmayé tambien en mi sueño... no recuerdo más.

Fuera en el mundo real; desperté.

Mire mis manos, cubiertas por un resplandor azul verdoso, luego vi mi cuerpo, estaba totalmente igual, sentía miedo, desesperanza; y me descontrolé.

Ataqué a todas las direcciones, dañé gran parte del bosque, levantaba oleadas gigantes con tan solo la palma de mi mano, era horrible.

Miraba a todas mis direcciones, miré mi espalda, resaltaba una cola brillante, con escamas de tiburón. Era la primera cola del Sanbi.

Y desde ese día, supe que era tiempo de ser más fuerte con mi voluntado; el demonio no me podía ganar...